Cómo hacer que mi perro no tire de la correa
- Paula Guerrero León
- 23 ene
- 5 Min. de lectura

Pasear con tu perro debería ser una experiencia relajante y agradable, pero si hay tirones de la correa, el momento puede convertirse en un verdadero reto. Si buscas solución a este problema, estás en el lugar indicado. En este artículo, te explicaremos paso a paso cómo lograr que tu perro camine tranquilo y sin tirones.
¿Por qué tu perro tira de la correa?
Antes de abordar las soluciones, es importante entender las posibles causas de este comportamiento. Los perros tiran de la correa por varias razones, entre ellas:
Mala gestión emocional:
Los perros con algún problema de gestión emocional suelen presentar más tirones de correa. Generalmente se debe a la excitación del paseo, a una acumulación de estrés o a la carga emocional de enfrentarse a determinados estímulos en el exterior.
Aprendizaje:
Si no ha aprendido a caminar con correa, es probable que actúe guiado por sus instintos exploratorios. Es fundamental no dar por hecho que el perro sabe actuar cuando le ponemos una correa. Se trata de una dinámica antinatural a la que debemos introducirles correctamente para evitar problemas. Puedes empezar desde casa, donde la carga emocional será menor. ¡Convierte tu patio o tu salón en una zona de paseo!
Objetivo fijado:
Si soléis pasear por los mismos sitios y seguir un mismo recorrido, es probable que tu perro ya sepa perfectamente por dónde debe ir y la excitación le haga tirar para llegar antes a su objetivo.
Identificar la causa de los tirones te ayudará a aplicar la técnica adecuada para corregir este comportamiento. ¡Pasemos a la práctica!
Consejos para evitar que tu perro tire de la correa
A continuación, te presentamos estrategias prácticas para enseñarle a tu perro a caminar tranquilo durante los paseos.
1. Reduce la carga emocional del paseo
Lo primero que debes hacer es ayudar a tu perro a gestionar la excitación del paseo para que pueda ir más tranquilo y así evitar los tirones. Para conseguirlo puedes:
Adoptar rutinas de calma en casa y en la calle: Si entiende que el paseo es estar siempre en movimiento, es justo lo que te va a pedir y es probable que lo haga tirando. Demuéstrale que los paseos pueden ser tranquilos.
Reducir las expectativas de la salida: Trabajar la desensibilización a los materiales y dinámicas de paseo (como la correa, el arnés, coger las llaves, etc) es fundamental para que la salida se haga mucho más estable emocionalmente. Para ello debes introducir estos estímulos durante el día, tantas veces como puedas, sin que signifiquen salir a la calle.
Ofrecer una estimulación previa para aliviar el estrés acumulado: Puedes probar a hacerle un ejercicio de olfato adaptado a su nivel, entrenar algún ejercicio, ofrecerle algún juguete interactivo, etc.
Elige el equipo adecuado
Un buen equipo es clave para comenzar con buen pie.
Accesorios anti tirones: Existen muchas herramientas que dificultan los tirones, pero pueden ser dañinas para su bienestar (consulta primera con un experto para encontrar la herramienta adecuada). Además, estas herramientas deben ser temporales y complementadas con un trabajo que le permita aprender a gestionar correctamente los paseos y la correa.
Correas de longitud media o larga: En muchas ocasiones los tirones vienen motivados por una imposibilidad de explorar el entorno. Si su correa es demasiado corta, no llegará a olfatear correctamente y tendrá que tirar para lograrlo. Lo ideal es utilizar correas de mínimo 2,5 metros que permitan mayor libertad.
3. Enséñale el comando “junto”
El entrenamiento con comandos específicos es una herramienta poderosa. El comando “junto” le enseña a caminar a tu lado. Pero cuidado, un paseo completo en junto NO ES UN PASEO DE CALIDAD. Este comando es solo una herramienta para situaciones concretas (por ejemplo, zonas estrechas de mucho paso), el resto del paseo debe ser relajado y con libertad. Para enseñarle este ejercicio puedes:
Empezar en un lugar tranquilo: Practica en casa o en el jardín para evitar distracciones.
Usa motivadores: Para ayudarle a caminar a tu lado busca aquello que más le motive (tu contacto visual, un juguete o mordedor, algo de comida).
No corrijas continuamente: Aprender puede costar un poco, corregirle continuamente puede estresarle aún más y tener el efecto contrario.
4. Haz pausas frecuentes
Si tu perro tira porque está ansioso por avanzar, detente cada vez que lo haga. De este modo, aprenderá que tirar no lo llevará más rápido a su objetivo. También puedes cambiar de dirección: Cada vez que tire, da media vuelta y camina en sentido contrario. Esto lo obligará a prestar atención a tus movimientos. En ambos casos, es fundamental trabajar también la gestión emocional para evitar que los parones le frustren y el paseo se convierta en una fuente mayor de estrés.
5. Refuerza el contacto visual
El contacto visual es fundamental para mejorar la atención de tu perro en ti:
Di su nombre y recompénsalo cuando te mire.
Practica ejercicios de contacto visual en casa antes de salir a la calle.
Errores comunes al pasear con correa
Evita estas prácticas, que pueden empeorar el comportamiento de tu perro:
Usar los tirones de correa para corregir:
Tirar de la correa para regañarlo constantemente puede generarle estrés y confusión. Además, lanzamos el mensaje contrario al que queremos enseñar. Si le pedimos una correa siempre relajada y destensada... ¿Por qué no paramos de tensarla nosotros?
Reforzar el tirón sin querer:
Si permites que avance mientras tira, estarás reforzando este comportamiento. Para evitarlo escoge momentos para el paseo en los que puedas poner toda tu concentración en él. Sin prisas, sin móvil, solo tú y tu compañero de 4 patas.
Paseos cortos y sin variedad:
Los perros necesitan explorar y gastar energía. Un paseo aburrido puede aumentar los tirones.
Los tirones de correa pueden ser un gran problema para las familias multiespecie. Muchas optan por soportar los tirones y restarle importancia. Sin embargo, esto no solo les acabará pasando factura a ellos, si no que el perro tampoco podrá alcanzar su bienestar. Otros deciden utilizar herramientas concretas que evitan el tirón, pero no trabajan la causa emocional de este. El perro tampoco podrá alcanzar así su bienestar.
Lograr que tu perro no tire de la correa requiere paciencia, consistencia y las prácticas adecuadas. Con las estrategias que te hemos compartido, puedes transformar los paseos en una actividad relajante para ambos.
Pero si piensas que ya lo has probado todo y no consigues los resultados que te gustaría ¡contacta con nosotros hoy mismo! Hacemos una evaluación del caso para identificar las causas y diseñar un plan de entrenamiento 100% personalizado para ti y para tu perro.
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